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Praga: que se puede hacer y que se puede ver en la ciudad en la ciudad de las cien torres

Foto del escritor: Memo ViajeMemo Viaje

Praga es la capital de República Checa y cuando uno la visita parece haber vuelto varios siglos hacia atrás en tiempo. Con un look medieval, mezclado con una pizca de cuento de hadas, la ciudad de las cien torres es una de las ciudades más atractivas de Europa del Este. ¿Querés saber que podés ver en esta ciudad? No te pierdas este post...





Lo primero que tenés que saber es que si bien la ciudad es grande, la parte de la ciudad vieja - el centro histórico - ocupa un espacio más bien reducido por lo que es posible recorrerlo a pie, si es que te gusta caminar obviamente...


La zona más recomendable para alojarte, para estar cerca de todo y bien conectado es la zona de la ciudad vieja, donde además de haber muchos hostels y hoteles, hay también cafeterías, bares y restaurantes.





Praga es una ciudad súper turística por lo que vas a tener todos los servicios que podrías esperar para disfrutar tu estadía. Excursiones en español, free walking tour, transporte de buena calidad, casas de cambio porque la moneda oficial es la Corona, gastronomía de excelencia, lugares para hacer shopping, entre muchas otras cosas...


Los precios además, son bastante accesibles, aunque tengo que admitir que desde que fui en 2015 y la segunda vez que la visitamos en 2019, advertimos una suba bastante pronunciada. Quizás fue nuestra percepción y es equivocada, simplemente nos resultó que no era taaan barata en comparación a Europa Occidental como la primera vez.


Pero avanzando un poco sobre que ver y si te vas a alojar cerca de la Plaza de la Ciudad Vieja, obviamente tu recorrido va a comenzar por allí. Es el epicentro turístico, sobre todo por el Reloj Astronómico, uno de los lugares más visitados y fotografiados de la ciudad. Cada hora en punto de 9 a 21, se puede ver un espectáculo de figuras alegóricas que data - sino me equivoco - del Siglo XV. No te voy a arruinar la sorpresa, tenés que verlo por vos mismo....





La historia del reloj, que se dice es el primero de todo Europa, es muy interesante, por lo que es recomendable que si hacés algún tour, elijas alguno que te explique más o menos como fue su construcción y como es su funcionamiento... conociendo su historia lo vas a ver con otros ojos....


Pero la Plaza de la Ciudad Viaja no es sólo el reloj. Es bella en sí mismo... tomate un tiempo para recorrerla y admirarla e intentá ir temprano - quizás por la mañana - para evitar las grandes aglomeraciones y así poder ir viendo las torres que se encuentran en sus alrededores....


Si querés fotos desde un poquito más de altura, buscá en esta plaza un Starbucks que está ubicado en una esquina, pintado de celeste y una tonalidad de amarillo. Vas a poder subir a los pisos superiores y desde la ventanas podés sacar fotos muy copadas tanto del Reloj Astronómico como también de un sector importante de la plaza. De paso si querés, te tomás un cafecito y descansas un rato...


Como decía más arriba, Praha tiene un toque medieval que la hace única. El Puente Carlos en este aspecto uno de lo lugares más importantes. Construído en piedra es uno de los puentes más lindos de todo el continente - y porque no del mundo - y fue el primer puente en cruza el río Moldava uniendo las dos partes de la ciudad.





Está decorado con más de 30 esculturas que van representando figuras religiosas, para la buena fortuna, entre otras cosas... Mide unos 500 metros y está muy bueno poder atravesarlo desde la ciudad vieja a la zona del Castillo y verlo desde las orillas del río, sobre todo al atardecer. Una postal impedible...


Pero si la historia y la tradición es lo que más te apasiona, el Castillo de Praga es tu lugar para visitar. Planificá bien los tiempos porque es bastante grande y tiene muchas cosas para ver, como la Catedral de San Vito, el Callejón del Oro, el Antiguo Palacio Real, entre otras atracciones. El sitio web oficial es este.





Al mediodía se realiza el cambio de guardia ceremonial con cambio de bandera y la música de la banda y a cada hora se repite uno, sin estos últimos dos elementos. No es tan conocido como el del Londres, pero estando en la ciudad está bueno saberlo para poder disfrutarlo.


La entrada para el castillo cuesta 250 coronas por adulto, lo que equivaldría más o menos a 11 dólares. Se puede pagar con tarjeta si la sacas en el lugar. También hay muchas visitas guiadas que te explican más en detalle la historia del Castillo que si te interesa son muy recomendables.


También en lo que se refiere a la historia, pero en este caso a la historia moderna, también hay que hablar de la República Checa y de Praga en particular durante la ocupación Nazi. El cualquier tour que hagas muy probablemente te lleven a conocer el cementerio y el barrio judíos. Las historias que cuentan son realmente impactantes y te hacen recapacitar un poco sobre hasta que punto puede llegar la crueldad humana.


Si te interesa mucho esta parte de la historia, cerca de la ciudad está el Campo de Concentración de Terezín al cual podés llegar con visitas guiadas o por tu cuenta. Nos quedamos con las ganas de ir, porque las dos estancias que estuvimos en la ciudad nos quedamos cortos de tiempo, pero si alguno de ustedes fue - o tiene ganas de ir - los invito a comentar sobre sus experiencias en el lugar.


Después de la ocupación Nazi, el país fue anexado como parte de la Unión Sovietica y parte de los vestigios del orden político y económico aun sobreviven en la ciudad. Que no se malentienda, la ciudad es hoy un urbe netamente capitalista, pero hay parte de su cultura que se vio altamente influenciada todo el contexto sociopolítico del siglo XX.


Cambiando el panorama histórico, hay otra construcción que sin lugar a dudas es única en el mundo y que si tenés tiempo, tampoco te deberías perder: la casa danzante... Es una construcción sumamente original, con su frente casi completamente vidriado que parece literalmente estar haciendo un paso de baile, con su cadera quebrada.





Si en la foto te parece impactante, imaginate verla en vivo... pareciera desafiar las leyes de la gravedad. Está situada frente al río, aunque en una zona lejana de la ciudad vieja. Tranquilamente se puede ir caminando, pero si no tenés muchas ganas podés tomarte el transporte público...


La verdad es que si bien no usamos demasiado si tené en cuenta que hay varios métodos para trasladarse. Subterráneo (metro), tranvía (su red es muy extensa), bus, taxi, uber, entre muchos otros. La primera vez que llegamos y nos subimos a un taxi, nos tocó un Audi espectacular con asientos de cuero súper cómodos... el precio no es tan excesivo como en otras ciudades del continente, pero obviamente es más caro que cualquier otro medio de movilidad.... el lujo vale la pena ¡jaja!


La gastronomía de esta ciudad si es muy buena. Desde su dulces hasta sus comidas típicas, el sabor es algo que tu paladar probablemente nunca va a olvidar... En teoría no es oriundo de esta país, sino de Hungría, pero en Praga comí un Gulash delicioso que servido adentro de un pan que es altamente recomendable. Si aunque parezca imposible, el guiso está servido adentro de un pan casero con una corteza súper crocante...


Y ya que estamos en gastronomía, haciendo dos por uno, también los pescados son muy buenos. En otro restaurante probamos un plato con salmón blanco exquisito....





Si bien los precios son accesibles, consultá antes de entrar cuales son los adicionales de la tarifa... quizás el plato cuesta 100, 120 coronas (unos 5 dólares), pero añadiendo el servicio de mesa, la propina, el cubierto y vaya a saber que otro item, el precio se puede llegar a duplicar.... Aclaro que esos item no son opcionales, sino que te los van a añadir directo al ticket, pero que su cobro depende del lugar donde vayas... mientras más te alejes del centro histórico o del Puente Carlos más económicos van a ser los lugares que encuentres...


Y por si todo esto fuera poco, la cerveza en esta ciudad es también de las mejores del mundo. Sin tanta fama como la alemana, la birra de República Checa es exquisita. Por algo los checos son los mayores - y ganando por lejos - consumidores de cerveza per cápita de todo el mundo. Tomarse un trago en algún bar es una tradición del lugar.


Hay que tener un poco de cuidado con la graduación alcohólica y el tamaño de las pintas. Si bien ni se nota el sabor al alcohol porque como decía, son excelentes, muchas de las cervezas de esta ciudad tienen ocho/nueve grados de alcohol, duplicando prácticamente las que estamos acostumbrados a tomar, al menos en Argentina. Por otro lado, las pintas son de tamaños considerables, por lo que es recomendable que lo tomes con calma y pruebes de a una, porque si bien los precios son bajos si tomás más de una podés quedar bastante mal.


Para terminar y resumiendo un poco todo lo que mencionaba, Praga es una ciudad que parece sacada de un cuentito de hadas ¡Si hasta tiene un Castilo!. Sus callecitas de piedra y su puente haciendo juego, la enorme cantidad de torres con las que te vas a topar por todo la ciudad y sus tradiciones la hacen un destino imperdible e imprescindible para cualquier viajero... Volvería sin lugar a dudas, cuantas veces pueda... ¿Te gustó conocer un poco de Praga? Si querés saber más acerca de estos destinos seguime en mis redes sociales o dejá tus comentarios o sugerencias!

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