La capital de Holanda era una de las ciudades que queríamos recorrer en nuestro primer #Eurotrip, pero que quizás por priorizar otras, terminados dedicándole bastante poco tiempo. Estuvimos una sola noche y podríamos decir que dos días pero pudimos sentir un poquito de lo que esta ciudad tiene para ofrecer.
Nos alojamos en el easyHotel Amsterdam City Centre South, que tenía una buena ubicación a un precio accesible y un sistema que nos llamó bastante la atención. Se trata de un hostel de tipo Low Cost, es decir, pagás por la habitación que sólo te incluye la cama y el baño y cualquier otro servicios que quieran tener - wifi, televisión, desayuno, locker, entre otros - tenés que pagar aparte.
No nos resultó muy sencillo manejarnos en la ciudad, porque no sólo nos costó adaptarnos al idioma sino que también el sistema de transporte era bastante complejo. El colectivo de la empresa Eurolines que nos llevó desde Londres a Amsterdan, nos dejó en una terminal que estaba pegada a una central de trenes y de ahí teníamos que tomar un tranvía que nos iba a dejar frente al hotel.
En teoría resultaría bastante sencillo… PEROOOOO…. resultó ser todo lo contrario… intentamos comprar un ticket en una máquina automática pero nos equivocamos y terminamos sacando un pasaje a una ciudad cercana en un tren de cercanías…
Cuando después de dar varias vueltas, con las mochilas cargadas en la espalda y logramos encontrar el lugar donde tomarías le tranvía al hotel no dijeron que el pasaje era equivocado…. que para ese tipo de transporte se debía comprar una vez que te subís al maquinista….
Tuvimos suerte que nos tocó un maquinista extremadamente amable que no sólo nos explicó el sistema, sino que nos dejó viajar sin pagar otro boleto- entendiendo nuestro error - y también nos avisó en la parada que nos teníamos que bajar… En general los trabajadores del servicio de tranvía fueron MUY MUY MUY amables, lo que nos facilitó al extremo el poder movernos en la ciudad.
Si bien estuvimos pocas horas, intentamos aprovechar al máximo el tiempo.
Llegamos muchas horas antes del check in y por el sistema del Hotel no nos permitían guardar las mochilas excepto que contratemos los lockers… si bien nos iban a permitir ingresar antes a la habitación - obviamente pagando extra - el servicio estaba disponible alrededor del mediodía por lo que nos recomendaron un local para desayunar que estaba a unas pocas cuadras…
Fuimos y el lugar era bastante llamativo “Omelegg - de Pijque” que se especializaba en la preparación de omellets con recetas e ingresdientes de los más variados y hechos a la vista de los clientes… En Argentina no estamos acostumbrados a este tipo de desayunos por lo que optamos por algo más tradicional, un combo que incluía algunos cereales, frutas, yogurt, entre otras cosas… La calidad de todo era muy recomendable, comimos riquísimo y nos atendieron súper bien...
Nuestros objetivos en esta ciudad eran bastante acotados por el tiempo del que disponíamos pero queríamos conocer la Casa de Ana Frank y darnos una vuelta por la noche para poder conocer un poco de la movida nocturna. Lamento decepcionarlos pero no entramos a ningún Coffe Shop así que no podría contarles como son….
El museo que funciona en la casa de Ana Frank es totalmente recomendable si estás de visita en la ciudad. Es realmente impactante y te da una idea cabal de como su familia pudo permanecer escondida en ese lugar durante el asedio nazi en la ciudad.
La entrada cuesta 12,5 euros por adulto y vale cada centavo. Nosotros hicimos un ratito de cola y la compramos en el lugar pero también podes comprar por internet en el sitio web oficial.
Las sensaciones que te atraviesan durante la visita son de lo más variadas. Si bien yo he mirado muchos documentales de la Segunda Guerra Mundial, muchas veces conocer un poco más sobre las atrocidades en el mismo lugar te da escalofríos desde la planta de los pies hasta la cabeza y puede llegar llegar a erizarte todos los pelos del cuerpo…. No sería el único lugar que me impactó vinculado a la Segunda Guerra Mundial, pero contaré un poco más cuando llegue a esas ciudades…
Pasando a algo más clásico del turismo de la ciudad, también nos sacamos la clásica foto en el cartel I AM AMSTERDAM. Hay varios ubicados en distintos puntos de la ciudad y pese a ser un cliché, está bueno tenerla de recuerdo.
Otra zona muy concurrida, sobre todo para curiosear, es la zona roja. No sólo la marihuana es legal en los Coffe Shop de Amsterdam, sino también la prostitución en particular en esta parte de la ciudad, donde existen “vidrieras de exhibición”, donde las mujeres bailan y ofrecen servicios sexuales.
Sin ánimos de entrar en una disputa abolicionista/regulacionista, de pensar si está bien o está mal que funcione este tipo de lugares, lo cierto es que en la práctica es un punto turístico destacado de la ciudad. Miles de turistas recorren a diario como decía más arriba, creo que más por curiosidad que por otra cosa.
A la ciudad la llaman “la Venecia del norte”, porque está atravesada por cientos de canales interconectados entre sí que le dan un toque artístico a cada calle que te toque transitar. Abundan en los canales las casas flotantes, incluso los hoteles flotantes que se ubican en distintas zonas de la ciudad brindando dándole un toque de distintiva particularidad que no vi hasta el momento en otro lado.
Ver el atardecer y el reflejo del sol desde cualquier puente de la ciudad es un espectáculo hermoso, al que vale la pena dedicarle varios minutos y por no horas. Los colores anaranjados que tiñen el ambiente hacen que cualquier foto que quieras sacar a las casitas tan características de la ciudad sean tremendamente hermosas.
Y finalmente, queda la otra característica del lugar que impacta y es el uso de las bicicletas como medio de transporte. Los autos son más bien escasos, las calles no están preparadas como para que sea el medio de transporte habitual, de ahí que la red de ciclovías sea enorme y que haya todo un sistema de reglamentación para el uso de la bicicleta.
Cuando camines, tenés que estar súper atento porque andan tan rápido y el sistema lo tienen tan incorporado que cuando menos te des cuenta te pueden estar chocando y a veces se pueden producir accidentes graves… Tratá de mirar bien por donde caminas y evitá que sea por encima de las ciclovías…
¡Si querés sentirte un poquito holandés, hay varias empresas que te alquilan las bicis para que puedas sentir la experiencia como un local más!
En resumen, Amsterdam es una ciudad muy original y no sólo por su paisaje, sino también por la forma de vida que tienen. Si bien no vivimos un poco de la afamada y alocada vida nocturna, tiene muchas características que la hacen un destino muy recomendable para visitar, también de día… Y antes de terminar insisto en algo… si vas, no te pierdas conocer la Casa de Ana Frank….
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